¿Una newsletter tiene fecha de caducidad?

Categoría: Consejos Email Marketing

A la hora de crear contenidos corporativos para cualquier canal, es importante tener en cuenta su temporalidad, es decir, cuánto tiempo seguirán estando vigentes una vez los hagamos públicos. Si planeamos una estrategia a largo plazo, es inevitable centrarnos en lo que se conoce como contenido evergreen o atemporal: aquel que aún pasado cierto tiempo, un par de meses o incluso un año, sigue siendo igual de útil para el usuario.

En lo que a correo electrónico se refiere, el contenido que caduca, como pueden ser envíos de ofertas puntuales o notificaciones transaccionales, se mezcla con otro donde no es tan relevante cuándo lo lee el suscriptor porque se trata de noticias o resúmenes de prensa. A grandes rasgos podemos clasificar los primeros de campañas de email marketing y a los segundos de newsletter corporativa. Ten presente que la combinación de diferentes tipos de envíos aporta dinamismo a la estrategia, no hace falta hacer siempre lo mismo ni uno es mejor que el otro.

Centrándonos en la newsletter como contenido atemporal, la frecuencia de envío es determinante para conocer su caducidad. En principio, cada correo nuevo substituye al anterior. Esto significa que si la enviamos cada mes, la newsletter caduca a los 30 días. Pero si trabajamos bien las piezas que enviamos, en realidad, no es más que una fecha de consumo preferente.

El contenido más habitual de una newsletter corporativa son las noticias de la empresa. La mayoría son casi notas de prensa que incluyen fecha de publicación así que se pone en evidencia que leerlas pasado demasiado tiempo no tiene mucho sentido. Pero no tiene por qué ser así si cambiamos mínimamente el enfoque de ese contenido. Por ejemplo, si no incluimos referencias temporales tipo “mañana”, “este martes” o “la semana pasada”.

Para hacer un contenido evergreen, elegir una buena temática es lo más importante. Cuando indicas en el asunto de tu mensaje un día o mes concreto, 24h después ya no le interesará a nadie lo suficiente como para abrirlo. Si tus noticias están condicionadas por la fecha, caducarán rápidamente. Piensa en cómo podrías convertirlas en atemporales. Por ejemplo, redáctala de nuevo enfocándola en cuál será el beneficio que percibirá el usuario a largo plazo o de qué manera podría afectarle si lo leyese en unos meses.

Sin marcas de tiempo y asegurándonos de que el tema seguirá teniendo interés, podremos aumentar la vida útil de la newsletter aprovechando sus contenidos para publicarlos en otros canales. Seguramente tienes los botones de compartir en redes sociales en tu plantilla pero, ¿los usas para promocionar tus envíos? No dejes de hacerlo: puedes crear un tuit o actualización social en el mismo momento en que lo reciben los suscriptores pero también pasados unos días, semanas o meses.

Aprovecha también cada pieza de tu newsletter para compartirla socialmente, no solo el archivo de toda la campaña, así conseguirás que tus seguidores sepan de qué tratan tus envíos. Otra opción es fijarte en las estadísticas de clicks y convertir el contenido en un post que enlace a la newsletter como fuente del artículo original.

Son solo algunas ideas para que el esfuerzo de crear una newsletter con buen contenido se vea recompensado a medio plazo. Para rendimiento a corto plazo están las campañas más comerciales y enfocadas a conversión directa: por eso caducan rápidamente.

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