Trucos para reducir el peso de tus campañas

Categoría: Consejos Email Marketing

Todos los mensajes que se envían por correo electrónico pesan. Es algo fácil de olvidar porque hay otros elementos que suelen tener una mayor prioridad, pero afecta a la experiencia del suscriptor. Un mensaje que pesa demasiado puede hacernos perder tiempo de lectura, clics y conversiones, incluso aumentar el porcentaje de bajas a largo plazo.

No es un factor que se deba tomar a la ligera, por eso te recomendamos vigilar este dato y, si hiciese falta, poner a dieta tus envíos para reducir el peso de tus campañas.

 

¿Cómo se mide el peso en email marketing?

Hay dos factores que intervienen en el cálculo: el código y todo lo que hace falta para que se cargue el mensaje. En otras palabras, un texto HTML y las imágenes, vídeos, fuentes y resto de elementos externos que se han de descargar para que el usuario pueda ver bien el envío.

Por ejemplo: una newsletter solo texto seguro que pesa muchísimo menos que una campaña con una sola imagen del producto. En cambio, si la primera tuviese un par de fotos, quizá no sería así. Depende de si se realiza una optimización del envío para que su peso no afecte a la experiencia de usuario.

 

¿Cómo reducir el peso de un correo electrónico?

Partiendo de que Gmail recorta las campañas que pesan más de 102KB, tus envíos no deben superar esa cifra. Lo recomendable es que no llegasen ni a 80KB. Así también te aseguras de que no afecta a la entregabilidad (el peso no tiene impacto si está por debajo, pero puede tenerlo si está por encima).

Antes de seguir, ves al editor de Acrelia y comprueba cuánto pesaban tus últimas campañas, así sabrás si has de reducir unos pocos bytes o unos cuantos megas.

El principal motivo por el que una comunicación pesa más de la cuenta es porque las imágenes no están optimizadas. Comprimirlas es la solución más rápida o, si son GIF animados, reducirlos a la mínima. Si las usas como separadores o iconos, prueba con algún emoji que se les parezca para ahorrarte algunos KB.

La velocidad de carga de las imágenes varía según la conexión de cada destinatario. En el gráfico de nuestro editor de campañas verás tanto el tamaño total como el individual, así podrás hacer los ajustes de forma más quirúrgica: para cambiar el tamaño, la resolución o la extensión de las fotos.

 

 

En realidad, la velocidad afecta a todo el correo, no solo las imágenes, pero se fija la atención en ellas porque suelen ser las que más KB ocupan.

Las fuentes también pueden ser el motivo por el que aumenta el peso de un correo electrónico. Si usas alguna tipografía personalizada o que no sea de sistema, estarás añadiendo tiempo de descarga que seguramente aprovecharías mejor dedicándolo a otro elemento, como la calidad de las imágenes.

Y, ¿se puede reducir el peso del html? Una buena codificación y estructura puede ahorrar lineas de código y por tanto, reducir su peso.

Para terminar, un apunte técnico: el servidor donde alojas tus imágenes también ha de ser rápido para dar respuesta a las peticiones. ¡El nuestro lo es!

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