Categoría: Consejos Email Marketing
Has diseñado la estrategia de email marketing, creado un contenido de valor para el usuario y segmentado los destinatarios así que ya puedes hacer el envío. ¡Espera, todavía no! Primero tienes que asegurarte de que todo está correcto, no vaya a ser que caigas en el error de haber enlazado mal el botón de llamada a la acción o, peor aún, no haber añadido ningún link.
Desde Acrelia News te recomendamos que hagas una serie de comprobaciones antes de enviar nada porque después habrá poco que hacer para remediarlo: testea el contenido, el diseño y repasa bien la configuración para que no haya errores que te hagan quedar mal delante de tu audiencia y te obliguen a rectificar.
1. Testea tu contenido
1.1 Evita palabras de spammer
1.2 Comprueba los enlaces
1.3 Revisa que todo encaja
2. Testea la parte visual
2.1 Previsualiza la campaña de varias formas
2.2 Comprueba la accesibilidad
2.3 Calcula la velocidad de carga de las imágenes
2.4. Asegúrate de que no se corta
3. Testéalo todo
3.1 Repasa asunto y preencabezado
3.2 Comprueba los datos del remitente
3.3 Repaso final
La revisión más básica que se puede hacer al contenido es evitar que haya errores tipográficos: basta con utilizar el corrector de tu procesador de textos (copia y pega el texto de tu campaña) o del navegador si así lo tienes configurado. Pero hay otros aspectos menos evidentes que también influyen en los resultados de tu email marketing.
Con el verificador de spam podrás saber qué palabras pueden llevar potencialmente tu mensaje a la bandeja de correo no deseado de tus suscriptores. Para evitar los filtros anti-spam, cambia las que te marquemos como peligrosas por algún sinónimo menos conflictivo.
Abre el verificador de enlaces para repasar que todos llevan a donde deberían y que no hay ninguno roto, sobre todo si estás reaprovechando una campaña antigua. Es un buen momento también para confirmar que las llamadas a la acción coinciden con la página de destino y que son totalmente inequívocas para no engañar al usuario.
Cuando utilices contenido de tu procesador de textos, asegúrate de que queda bien en la plantilla de la campaña: fíjate en si hay alguna palabra que quede sola en la última línea de una columna o si se pueden reducir las frases para que encajen mejor en el bloque de texto, por ejemplo.
El diseño suele ser algo que preocupa bastante a las empresas porque no todos los gestores de correo (GMail, Outlook…) muestran igual un mismo mensaje. Por eso desde el inicio conviene trabajar bien la plantilla sobre la que se basarán las campañas y en cada envío hacer las mínimas modificaciones a su estructura (cabecera, columnas…).
No por ser la opción más sencilla debes dejar de hacerlo: mientras estés diseñado la campaña, comprueba cómo la verán tus suscriptores. Te permite verificar que los cambios de contenido (fotos, texto) no estropean la plantilla y que ésta sigue viéndose bien tanto en ordenador como en móvil. Además, aplica diversos filtros para identificar posibles problemas de visión en personas daltónicas.
Si creas una campaña accesible te aseguras de que todos tus suscriptores ven los envíos en igualdad de condiciones. Por ejemplo, asegúrate de incluir textos alternativos en las imágenes que las describan correctamente. Además de ayudar a personas con discapacidad visual a que puedan entender tu mensaje, también comprobarás cómo la verán los usuarios que tienen desactivada la carga automática de las imágenes.
Tienes más detalles en nuestra guía de accesibilidad en email marketing.
Tengas una o varias, lo mejor es que compruebes cuánto pesan de forma individual y en total para que no estropeen la experiencia al usuario. Si hay imágenes demasiado pesadas y la conexión es muy lenta, tardarán en cargarse. Aunque sean solo dos segundos, la percepción es negativa, así que es mejor evitarlo. Consulta el gráfico desde nuestro editor de campañas y corrige las que pesen más, por ejemplo, cambiando el tamaño, la resolución o la extensión.
Gestores de correo como GMail tienen en cuenta el peso de los mensajes para recortarlos y no mostrar todo el contenido a los suscriptores. Esto hace que, no solo la experiencia sea negativa, las estadísticas se distorsionen porque no se cuentan como aperturas. En la previsualización, fíjate en el tamaño de la campaña y haz los ajustes necesarios para que todos los usuarios puedan verla por completo.
Las prisas pueden hacernos caer en errores que no cometeríamos si hubiésemos dedicado un poco más de tiempo, pero también nos impiden mejorar aquello que replicamos en cada mensaje.
Trata de mejorar el asunto aprovechando al máximo el espacio y evitando repetir siempre los mismos. Saca partido al preencabezado con un texto que anime a abrir la campaña y repasa cómo se ven los emojis que hayas incluido para que no haya interpretaciones erróneas.
Fíjate en el nombre del remitente y su dirección de correo para que sean los más adecuados para cada envío: pueden condicionar tu ratio de apertura.
Para testear la configuración global del envío, la mejor opción es enviarte una previsualización a tu buzón o a una lista de prueba en la que solo tengas a compañeros de trabajo. De esta forma podrás repasar el contenido y el diseño y las opciones de configuración.
Todas estas recomendaciones te llevarán unos minutos adicionales a la preparación de la campaña y quizá te parezcan poco útiles. Pero, una vez te acostumbres a la rutina de hacer estos repasos, verás que vale la pena invertir un poco de tiempo en asegurar que los envíos salen lo más perfectos posibles.
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