Categoría: Consejos Email Marketing
El lenguaje evoluciona y las empresas han de adaptar su estilo para seguir hablando como sus clientes. Los emojis son un buen ejemplo porque están muy presentes en las comunicaciones personales y han conseguido abrirse camino en el email marketing. El asunto de una campaña es el primer lugar en el que se considera insertarlos, pero es un mito que todos tengan que llevarlo porque ni es el único lugar posible ni garantiza un ratio de aperturas más alto que otros envíos que no los incluyan.
Hay varios motivos por los que es cierto que usar emojis es buena idea. El principal es que sirven para acercarse a una audiencia acostumbrada a leerlos y usarlos en su día a día. Precisamente porque las conversaciones son informales al intercambiarse mensajes con contactos cercanos, las marcas pueden beneficiarse de esta relación más personal para intentar conectar mejor con sus públicos.
Los mismos motivos pueden leerse a la inversa y justificar no usar emojis si la audiencia no los comprende, sea por edad o por cultura, o si se prefiere mantener un tono más formal en las comunicaciones. Además, cuando la bandeja de entrada está llena de ellos, la percepción puede ser de rechazo al considerarlo un mensaje abiertamente promocional. Por eso, puedes ir incorporándolos poco a poco a tu comunicación y ver cuál es la reacción de tus suscriptores antes de darles demasiado protagonismo.
El asunto, en combinación con el pre encabezado, es el lugar favorito para insertar emojis. Es donde se produce la primera impresión, donde hay que llamar la atención y donde se consiguen las aperturas. Destacar el tema del mensaje con un emoji es una manera de animar al destinatario a que lo abra. Por ejemplo, usando un pastel para su cumpleaños, un regalo para una promoción o una copa de cava para una celebración especial.
Pero la afirmación de que el asunto siempre debe llevar emojis es tan falsa como que solo deba utilizarse en ese elemento de una campaña. Hay otros que pueden aprovechar igual de bien las ventajas que acabamos de comentar.
Un buen lugar es el saludo y la despedida, dos momentos en los que se demuestra la relación que quieres tener con tu lista de contactos. Usar un “Hola” o “Hasta la semana que viene” junto al emoji de manos saludando no es lo mismo que “Sr./Sra.” o “Cordialmente”.
La conversación tendrá tonos diferentes según la personalidad del remitente. Piensa en qué te transmiten los siguientes emojis, si los has visto en entornos corporativos o si los usaría tu marca: saludo de manos, pulgar levantado, guiño de ojo, beso, cara sacando la lengua, corazón… Todos sirven para saludar y despedirse, pero tienen distintos significados y marcarán el tono general.
Si quieres introducir emojis en el cuerpo del mensaje, además de plantearte las cuestiones previas, también has de valorar que tengan una única interpretación para que no haya malos entendidos, pero sobre todo que refuercen lo que quieres expresar. Desde esta perspectiva, son elementos de lenguaje no verbal que pueden indicar emociones como tristeza o sorpresa, o complicidad o ironía.
Los emojis también son simples elementos visuales, por ejemplo funcionan muy bien como substitutos de iconos o alternativas a separadores entre secciones. En estos casos, es importante que todos tengan el mismo estilo para mantener la coherencia en ese envío y en los siguientes donde se puedan utilizar.
Si el único motivo para utilizar los emojis en el asunto es que quieres aumentar tu porcentaje de aperturas, olvídate de este mito porque hay otras formas de conseguirlo utilizando el copywriting y la persuasión. Y todas empiezan por tener clara la estrategia de la campaña.
Saber qué quieres conseguir con el envío marcará todos los elementos, no solo el asunto, también las imágenes, el texto o los botones de llamada a la acción. Plantar la semilla de ese objetivo en el asunto es una forma de gestionar las expectativas de los destinatarios. Por eso es tan importante conocer bien sus preferencias y personalizar los mensajes, para que puedan ver satisfechas sus necesidades.
Un asunto que sea claro y directo seguramente será breve y llamativo porque usará palabras concretas y fáciles de entender, sin segundas intenciones que hagan pensar más de la cuenta y, por lo tanto, plantearse si abrir o no el correo electrónico. Yendo al grano hay más posibilidades de captar la atención que recurriendo a una redacción más engañosa. Por ejemplo: “20% de descuento en tu próxima compra” es más honesto que “Descubre cuánto puedes ahorrar en tu próxima compra”, además de que ocupa menos caracteres.
Elegir bien las palabras también ayuda a conseguir más aperturas. Cuanto más específicas o relacionadas con tu sector, más interés podrán despertar. Además, puedes añadir números o hashtags (sí, aunque sea para un correo electrónico) que resultarán más llamativos en la bandeja de entrada del suscriptor. Y, para aumentar las posibilidades de que se abra el mensaje, añade un elemento de urgencia para persuadir, como “solo hoy” o “Últimas unidades”.
Si después de todo esto quieres añadir un emoji, ¡adelante! No decimos que no funcionen, solo que hay muchos otros elementos para lograr un buen dato de aperturas. Por eso, elige bien cuándo insertarlos en el asunto o en cualquier otro lugar de tus campañas.
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