Categoría: Consejos Email Marketing
La estrategia que hayamos marcado para nuestra newsletter nos señala el camino a seguir y nos orienta hacia qué contenidos debemos incluir en cada envío. Si pensamos en la estructura de una newsletter, está claro que no puede faltar un asunto bien trabajado, unas llamadas a la acción atractivas o incluso la información legal en el pie. Pero el contenido en si mismo también puede clasificarse de varias formas para asegurarnos de que lo aprovechamos al máximo.
El contenido promocional es el más fácil de incluir a la hora de hacer nuestros envíos. Es sencillo hablar de uno mismo así que enviamos noticias sobre nuestra empresa que han ocurrido recientemente o enlaces a artículos publicados en nuestro blog. Se puede crear una newsletter únicamente con este tipo de contenidos dando como resultado envíos muy corporativos. No puede faltar si lo que queremos es dar visibilidad a lo que ocurre en la empresa.
Si orientamos la promoción a la venta, es cuando los envíos se llenan de avisos de lanzamiento y fichas de compra que queremos destacar por algún motivo. Es muy habitual en tiendas online que buscan rentabilizar cada newsletter. Claro que también puede verse como una oportunidad para los suscriptores si realizamos ofertas o les enviamos descuentos. Es contenido obligado si queremos que se sientan apreciados y no tengan la sensación de que reciben demasiada presión para comprar.
Por otro lado, dar la sensación de exclusividad es una buena forma de incentivar a la suscripción. Puede ser tanto contenido escrito expresamente para la newsletter como promociones especiales que solo se puedan conseguir a cambio de la dirección de correo, por ejemplo utilizando el email de bienvenida para darles un regalo tipo una rebaja en su primera compra. Hay que cuidar a los suscriptores desde el primer momento pero también en cada envío que hagamos.
Otro tipo de contenido que no puede faltar en nuestra newsletter es el generado por el usuario (UGC de sus siglas en inglés). Ya sea porque hemos organizado un concurso, descubramos una imagen en alguna red social o porque nos dejen un comentario en nuestra web: aprovechar este tipo de contenidos acerca nuestra marca a los suscriptores que son posibles clientes y a los que pueden repetir porque la hace más humana y real. Está justificado si hacemos un clipping interno de manera que nuestros empleados conozcan mejor la actividad alrededor de la empresa. Pero no es lo normal crear una newsletter únicamente con contenido que hable de nosotros pero puede hacerse una pequeña referencia en una breve sección.
Tampoco suele ser habitual dedicar todo el contenido a recomendaciones de artículos en páginas de otros medios, lo que se conoce como content curation. Esta solución es un recurso cuando no sabemos qué enviar y es un buen complemento a cualquiera de los otros tipos de contenidos que acabamos de ver. Por ejemplo, podemos promocionar un artículo de nuestra tienda y enlazar a estudios externos que confirmen alguno de sus beneficios.
Se puede hacer una newsletter temática con cualquiera de estos posibles tipos de contenidos que acabamos de ver. Pero, si los mezclamos todos, obtendremos una combinación única que nos ayudará a lograr varios objetivos en el mismo envío: darnos a conocer, captar suscriptores, complacer a nuestra una comunidad, vender productos… dependerá, como siempre, de la estrategia que queramos seguir.
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