La persuasión empieza en el asunto y termina en la llamada a la acción

Categoría: Consejos Email Marketing

Persuadir a alguien es un arte que no debería ser evidente para evitar que alguien se sienta manipulado. Hace falta conocer bien a la otra persona, tanto lo que le gusta como lo que no. Es importante para una reunión comercial, cuando un usuario visita tu web corporativa y también en una campaña de email marketing. La persuasión busca alcanzar un único objetivo: el click de la compra. Y todo empieza en el asunto.

La forma más persuasiva de llamar mucho la atención para que el usuario abra el mensaje es recurrir a la técnica de la escasez. Puede ser porque hay pocas unidades en el inventario o porque la oferta tiene un tiempo limitado. Sea como sea, añadir una mínima sensación de urgencia en el asunto te hará ganar unos puntos en el porcentaje de aperturas.

Hay varias maneras de hacer evidente que hay que darse prisa en abrir el correo. Por un lado, se puede recurrir a una señal gráfica como un emoji de reloj o un número si se trata de unidades reducidas. Por el otro, utilizar el formato para destacar las palabras mágicas “Solo hoy” o “Última oportunidad” con mayúsculas, paréntesis o corchetes para que destaque un poco más en la bandeja de entrada.

Podría pensarse que el espacio para redactar el asunto de una newsletter es poco. Pero da para mucho, sobre todo si lo combinas adecuadamente con el pre encabezamiento. Puedes usar ambos para reforzar la idea de que no deje pasar la oportunidad. Por ejemplo: en el asunto, incluye un texto como podría ser “Oferta limitada a los 100 primeros nuevos clientes” y en el pre encabezamiento un emoji que represente el producto o un carrito de la compra con la frase “Adelanta tus compras de Navidad”.

Dentro del mensaje, el diseño debe ir acorde con el asunto. Una opción muy gráfica es hacer una cuenta atrás con un GIF animado, más impactante aún si es en 3D. El objetivo es conseguir una reacción lo más inmediata posible. De esta forma quedará muy claro que el usuario no debe pensarlo mucho y actuar rápidamente para que no se le escape la promoción que le envías.

Dejando de lado por un momento la escasez, utilizar el reconocimiento social también resulta muy útil a la hora de diseñar la parte visual de la campaña. Esta técnica consiste en mostrar datos de interacción para afianzar el interés del usuario. Sería el caso de indicar gráficamente o con algún texto las veces que alguien ha comprado un producto o las plazas que ya hay ocupadas en un evento pero también los “Me gusta” que ha tenido ese producto o promoción en redes sociales.

Para acabar de convencer al usuario, tenemos la llamada a la acción. Puede ser un botón o una imagen gráfica, pero es el lugar en el que insistir en el mensaje del asunto para lograr tu objetivo. Recuerda qué querías y guíales hasta allí sin olvidar que has de incentivarlos, ellos también tienen que ganar algo. Si encuentran valor en tu campaña, será más fácil que se dejen persuadir.

Como siempre, no conviene abusar de estas técnicas si no queremos que los clientes potenciales se cansen de nuestros mensajes y se den de baja. Por eso, es importante hacer una buena segmentación, para no estar impactando siempre a los mismos suscriptores con campañas demasiado parecidas.

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