Direcciones noreply, por qué no debes usarlas

Categoría: Consejos Email Marketing

Aunque utilizar como remitente direcciones de correo electrónico que no admiten respuestas es una mala práctica, muchas empresas siguen utilizando noreply@/noresponder@. A corto plazo pueden ser una solución, pero a largo plazo hay que evitarlas porque afectan a la reputación y la entregabilidad de los mensajes. Por eso conviene utilizar alguna alternativa que dirija las posibles respuestas de los usuarios a un lugar más útil y no perder el contacto con los suscriptores.

 

Para qué sirven a corto plazo

Los principales motivos por los que las empresas utilizan direcciones no atendidas para sus comunicaciones son:

• No envían contenido que incite la respuesta, lo que es habitual en mensajes transaccionales si se consideran notificaciones sin más.
• Prefieren dirigir la atención a cuentas específicas como pueden ser soporte@ o clientes@ para evitar tener un buzón genérico difícil de gestionar internamente.
• No disponen de recursos para atender las respuestas de los usuarios y eligen esta opción para ahorrar tiempo.
• No quieren tener el buzón lleno de respuestas automáticas del tipo “fuera de la oficina” y otros mensajes no deseados.
• Centralizan los contactos por otra vía, como puede ser el teléfono o de forma presencial, de manera que el correo electrónico no es una prioridad para sus acciones comerciales.

 

Por qué no usar direcciones noreply

Es posible verlo como una manera rápida de poner en marcha una estrategia de email marketing porque establecer una comunicación unidireccional está claro que da menos trabajo. Pero no escuchar no significa que no intenten hablar contigo, simplemente es que no prestas atención a lo que te podrían estar diciendo.

El uso de direcciones de correo no atendidas puede influir negativamente en el rendimiento de tu email marketing:

• Muestran tu “lado oscuro”. Es como decirle a tu suscriptor “Quiero que me escuches, pero no quiero escucharte a ti”. Aunque creas que el contenido de tu email no da motivos al usuario para querer escribirte, siempre los hay. Debes permitir que los usuarios se comuniquen contigo para realizarte consultas, sugerencias o reportarte cualquier tipo de incidencia.
• Incrementan el número de quejas. Algunos usuarios, en vez de pulsar el enlace “Darse de baja” de tu newsletter, pueden preferir responder tu email indicándotelo. Si ven que no pueden contactar contigo o no se dan cuenta de que han escrito a una redirección noresponder@ y siguen recibiendo tus mensajes, es probable que acaben marcando tu mensaje como spam.
• Hacen tu email impersonal. Los usuarios de tu newsletter se han suscrito porque quieren mantener una relación contigo, una comunicación de “tú a tú”. Aunque envíes emails masivos, utilizar una dirección de correo real hace tus comunicaciones más cercanas. Nadie quiere comunicarse con robots.
• No permiten que tu lista esté al día. Cuando un suscriptor cambia de dirección de correo electrónico y quiere seguir recibiendo tus envíos, responderá a tu mensaje para comunicarte sus nuevos datos. Además, muchos usuarios utilizan emails automáticos para comunicar el cambio. Si no recibes mensajes, no lo sabrás hasta que recibas un retorno permanente. Perderás la oportunidad de tener tu lista de contactos actualizada y de seguir comunicándote con él.
• Reducen tus conversiones. Las direcciones noreply@ hacen tus comunicaciones frías, impersonales y reducen a 0 las posibilidad de que tus suscriptores puedan solicitarte información extra, darte su feedback o hacerte una propuesta comercial.
• Afectan a tu entregabilidad. Cada vez más ISP y filtros anti-spam tienen en cuenta la interacción de los usuarios para decidir si catalogan un mensaje como lícito o no. Valoran datos como las aperturas, clics y respuestas de los usuarios, además del contenido o la reputación del remitente. Algunos mueven automáticamente los emails enviados desde direcciones noreply@ a la carpeta de spam.

 

Qué alternativas hay a las direcciones noreply@

Recurrir a una dirección no atendida no es una buena práctica. Siempre es mejor utilizar un correo electrónico real para tus envíos y así permitir a tus suscriptores contactar contigo. Elegir quién ha de ser el remitente es una decisión estratégica importante para ofrecer una imagen más cercana a los usuarios y mejorar los resultados de tu email marketing.

Otra posibilidad es recurrir a un alias, por ejemplo del departamento que está haciendo el envío, avisando de que no se atienen las respuestas y creando una autorespuesta que les avise de dónde pueden dirigirse. De esta manera, si algún despistado llega a responder el mensaje, no quedará desatendido del todo.

También es recomendable incluir en los mensajes:

• Formularios para actualizar el perfil de suscriptor o darse de baja, además de ser obligatorio legalmente proporciona confianza en el remitente.
• Formas de contacto que sí estén atendidas, como el teléfono o las redes sociales.
• Recursos que solucionen las preguntas más habituales para que no sientan la necesidad de responder.

Por último, es posible recurrir a simples reglas de filtrado en el gestor de correo electrónico que utilices para que los mensajes recibidos no te supongan una carga de trabajo adicional. Por ejemplo: Gmail y Outlook permiten eliminar o mover a carpetas específicas los mensajes que recibes basándose en diferentes criterios. Con tan solo unos clics, puedes mantener tu bandeja de entrada limpia de mensajes automáticos y clasificar rápidamente los que son prioritarios y debes responder.

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