Categoría: Consejos Email Marketing
En una lista de contactos puede haber todo tipo de direcciones de email, igual que en una bandeja de entrada pueden encontrarse remitentes muy diferentes. Pero todas tienen la misma anatomía para estandarizarlas y permitir que sea posible el intercambio de información entre servidores de correo. Es un factor que influye en la entregabilidad y de ahí la importancia de conocer bien cómo se construye para no cometer errores.
En el ámbito personal, elegir una dirección de correo electrónico es algo que hacemos sin pensar demasiado, a no ser que ya esté usándola otra persona y entonces se despierte la creatividad. Pero, en una empresa, siempre se utiliza el mismo sistema para elegirlas, lo que ayuda a los usuarios a identificarlas como de confianza.
Sea una cuenta personal o profesional, de una aquí o de allí, en un idioma u otro, una dirección de email siempre tiene dos partes, separadas por el símbolo @:
Cada dirección es única y no puede haber dos iguales en el mismo dominio. Has de saber que no hay distinción entre mayúsculas y minúsculas en ninguna parte de la dirección, así que puedes usarlas para facilitar la legibilidad, pero llegará igual si pones NombreApellido@ o nombreapellido@. De hecho, Gmail no distingue tampoco los puntos al crear el usuario, por lo que interpreta que Nombre.Apellido@GMail.com y nombreapellido@gmail.com son la misma persona.
No ocurre así en los servidores de correo que utilizan las empresas, por lo que hay que cuidar la elección de la dirección para que no se considere de spammers, es decir, que los mensajes pasen el filtro y no vayan a la bandeja de correo no deseado.
Vamos a poner varios ejemplos para explicar por qué la dirección de correo electrónico del remitente afecta a la entregabilidad.
TiEnEsUnEMaiL@
R3m.1ten.te@
usuario@usuario.dominio.es
¿Confiarías en lo que te envía alguien con esos nombres de usuario? Ni tú ni tu gestor de correo. Aunque el mensaje llegará porque la dirección existe y funciona, es probable que se considere spam y no pase a la bandeja de entrada.
Para elegir el usuario, las empresas suelen seguir el mismo estilo, como nombre de departamento o el de la persona. Es lo habitual y transmite seguridad. Encontrarse con un "do.not.reply" o cualquiera que haga pensar en contenido promocional es más probable que haga desconfiar en el remitente.
Por este mismo motivo, hay que enviar siempre utilizando dominios corporativos que se puedan identificar fácilmente como oficiales y no creadas para hacer spam o phishing. Así, tuempresa@gmail.com puede serte útil internamente, pero no para hacer email marketing.
Si te planteas qué direcciones permitir en tu lista o si deberías limpiar aquellas que parecen sospechosas, la solución a tus dudas está en el doble opt-in: la cuenta se verificó dos veces, así que existe y está operativa. ¿Por qué no considerarla válida?
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