10 ejemplos de emails con elementos atrevidos

Fuente: Really Good Emails

Cabecera

Cambiar la cabecera también es algo que te hemos recomendado en más de una ocasión. Las estacionales o relacionadas con algún día del calendario funcionan muy bien, pero también puede darse por algún motivo en concreto. Dependerá de tu personalidad, pero puede ser un guiño que tus suscriptores valorarán y que te hará ser más cercano.

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Titulares

Los títulos de las campañas suelen ser descriptivos, informativos, funcionales. No es el lugar en el que alguien se esperaría encontrar una frase demasiado casual. Ser atrevido con las comunicaciones es también darles un nuevo tono para hacerlas más conversacionales. Empieza por el asunto, fíjalo en el titular y extiéndelo a todo el correo.  

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Imágenes

Las sesiones fotográficas de producto son una buena oportunidad para buscar imágenes atrevidas. Como mínimo, para tenerlas cuando te animes a salirte de las mismas que probablemente has utilizado ya decenas de veces. La alternativa es hacer un montaje que sea divertido o pedírselo a la inteligencia artificial.
 

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Tipografía

La elección de fuente es complicada, una decisión de marca que afecta a cómo se lee tu newsletter. ¿Qué pasaría si un día la cambias por otra diferente que refleje mejor lo que estás explicando? ¿Y si basas todo el mensaje en el texto, sin añadir apenas imágenes? Jugando con el tamaño, colores y alineación también se puede crear una campaña que impacte por diferente.

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Colores 

Igual que la tipografía, la paleta de colores suele venir marcada antes de empezar si quiera en el email marketing. Aun así, un correo atrevido sería el que, nada más abrirlo, sorprende por la combinación y el contraste de las figuras con el fondo. Inténtalo… sin que resulte un conflicto para la accesibilidad.

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Llamada la acción

Con las CTA ocurre algo parecido a las imágenes: siempre se suelen usar las mismas. “Compra ahora”, “Leer más” o “Regístrate”. Cambiar de registro es una apuesta que repercute directamente en los clics, así que genera dudas. Puedes probarlo en un envío a clientes recurrentes que estarán más convencidos de hacer clic que otros que todavía no saben bien qué esperar de tu marca. 

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Pie del mensaje

Si te quieres poner atrevido, todos los detalles cuentan. Incluso el pie. Es cierto que pocas personas lo leen, pero hay que ser coherente y, si haces todo lo anterior, también puedes ponerle un poco de personalidad a la política de privacidad o al botón de darse de baja (respetando siempre el RGPD, claro).

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Búsqueda de talento

Hemos dejado para el final dos ejemplos que podrían estar en cualquiera de los puntos anteriores porque rompen con todo lo que esperas de un correo corporativo. El primero tiene que ver con una oferta laboral y la demostración visual de que hace falta alguien para ese puesto. Puede parecer arriesgado, pero desde luego llama la atención que al fin y al cabo es lo que se busca con este tipo de comunicaciones.

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En contra de lo establecido

El segundo y último ejemplo de la lista tiene que ver con atreverse a ir contracorriente en toda la campaña, no solo en el diseño, colores o texto. Nos referimos a todo el concepto creativo, a utilizar un momento tan popular para las compras como puede ser el Black Friday y ponerlo patas arriba pidiendo dinero sin dar nada a cambio.

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