Categoría: Consejos Email Marketing
Una infografía no es solo una imagen, ¡es mucho más! Es una imagen sí, pero una que consigue que se entiendan sin esfuerzo los datos que se usaron de base para crearla. Es información en formato gráfico, un elemento muy visual que encaja perfectamente en una campaña de email marketing. De hecho, puede hacerlo de diferentes maneras y conseguir objetivos y reacciones en los destinatarios igual de variados.
Para motivar al usuario a cumplir su objetivo, sea cual sea, no hay nada como mostrarle gráficamente cómo lo hizo la semana o el mes pasado. Incluir referencias visuales, por ejemplo por colores o iconos, le será útil para dar un impulso al uso de tu plataforma o servicios. ¡Así verá cuánto le queda por hacer!
Fuente: Really Good Emails
No se trata de hacer una competición, pero la motivación también puede venir por el nivel del usuario respecto a otros clientes. Claro que si quieres aprovechar los datos de tus clientes para gamificación, ten presente que tendrás que indicarles sus progresos regularmente para que sepan lo cerca o lejos que están del premio.
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Es posible que la infografía incluya muchos datos, pero no todos tienen el mismo peso ni interés para el usuario. Empieza siempre por los que pueda estar esperando recibir y después añade el resto. De esta manera, aunque no lea el mensaje completo, se llevará la imagen principal que a ti también te interesa que sepa.
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Para asegurarte de que lee el correo completo, explica los datos troceados. Ves desvelándolos poco a poco, como en los capítulos de una historia. Estos bloques ayudarán también a la comprensión y harán más fácil la lectura del mensaje. Este ejemplo, además, lo hacen con un estilo y tono muy característico de la marca.
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Es posible que varíes un poco tu plantilla habitual para acomodar la infografía, pero no por ello deberías perder tu identidad. Tanto en el correo electrónico donde la envías como en su propio diseño, has de incluir las referencias visuales que harán que se identifique como tuya.
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Hay infografías que podrían ser páginas de un diario porque incluyen todo lo que el usuario tendría que saber para arrancar el día, semana o mes, según la frecuencia con la que se envíe. A tener en cuenta que, cuando las infografías son muy largas, mejor trocearlas en diferentes bloques para que la imagen no tarde mucho en cargarse.
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Tanto si es para explicar los datos del usuario, como la media de la comunidad o una comparativa con su objetivo, asegúrate de que se entienden fácilmente. Para eso sirven las infografías, para explicar datos complejos, pero si cuestan de interpretar dejan de cumplir su función y pierden interés.
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Una infografía no tiene por qué incluir muchos datos. Incluso con tres puedes hacer una personalizada y enviarla mensual o trimestralmente al usuario para que pueda ver cómo evoluciona su relación con tu marca. Lo importante es la constancia, es decir, ver cómo progresa basándonos en los números que le muestres.
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Todas las infografías que hemos visto aprovechan datos del usuario, es decir, se basan en los que la empresa tiene de ellos como sus compras o interacciones. Pero, ¿por qué no usar de forma más general esta información? Puedes hacer un ranking gráfico de tus productos más vendidos y así incentivarles a comprar.
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La campaña en la que se envía la infografía no tiene que ser únicamente para esa imagen, también puedes incluir un par de noticias corporativas, por ejemplo las más destacadas o las que puedan tener más relación con el producto o servicio que tenga el usuario contratado. Eso sí, como hemos dicho antes, primero los datos más relevantes.
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